La Selección Chilena derrotó, nuevamente a Inglaterra por 2-0, en un partido amistoso jugado en el mítico Estadio Wembley.
Tal como ocurrió en 1998, cuando la Roja se impuso por
idéntico marcador en el mismo escenario con una notable y recordada
actuación de Marcelo Salas, que hoy fue homenajeado en
suelo londinense, el equipo nacional demostró su valía y enfrentó de
igual a igual al poderoso elenco europeo.
Ambos tantos del pleito los puso Alexis Sánchez, quien así emuló al "Matador", su gran ídolo de infancia.
El triunfo marca un nuevo precedente de Jorge Sampaoli al mando del “Equipo de Todos”, ya que en 14 encuentros cosecha 10 triunfos, 3 empates y sólo una derrota.
El primer tiempo jugado en Wembley fue de alta
intensidad. Tanto, que por muchos pasajes las ofensivas fueron muy
superiores a las defensas. Y en ese ida y vuelta, Chile comenzó
sufriendo.
En el minuto 2, Phil Jones exigió al máximo a Claudio Bravo. El espigado central metió un potente cabezazo que rechazó de emergencia el meta criollo y luego Alexis Sánchez la mandó al córner casi desde la línea de meta.
Tras cartón, Adam Lallana ganó a la zaga nacional y metió un centro que casi terminó siendo autogol.
Sin embargo, la reacción de la Roja fue letal. Chile construyó una notable acción colectiva que la coronó Alexis Sánchez metiendo un frentazo en plena área inglesa.
La apertura de la cuenta serenó al elenco de Jorge
Sampaoli, que lentamente comenzó a controlar el balón, aunque Claudio
Bravo siempre tuvo trabajo.
En el minuto 13 un activo Jean Beausejour tuvo el 2-0, pero no supo definir ante el portero Fraser Forster.
El homenajeado Frank Lampard probó al arquero nacional con un potente tiro libre. El envío se desvió en la cabeza de Marcos González, por lo que el “1” de la Real Sociedad mandó el balón de apuro al tiro de esquina. En la acción siguiente, Jack Wilshere probó con potencia, pero nuevamente respondió el capitán chileno.
Sobre el final del partido dos hechos más. En el minuto
30 la Roja otra vez realizó una excepcional acción colectiva que
Beausejour no definió. La respuesta del rival llegó tras una acción
personal de Wayne Rooney que “desarmó” a la zaga criolla, finalmente se la dio a Lallana (43) que no tuvo puntería.
El pitazo final mandó a los equipos al descanso, aunque
siempre quedó la sensación que si Chile salía en velocidad, el marcador
se podía estirar.
La segunda mitad comenzó con dos cambios en el “Equipo de Todos”. Felipe Gutierrez y Carlos Carmona reemplazaron a Matías Fernández y el lesionado Charles Aránguiz.
Las
modificaciones “desarmaron” en buena medida el juego de Chile, que de
ahí en más perdió el control del balón y sufrió con los ataques del
local.
El peligroso Wayne Rooney pudo emparejar la cuenta en el arranque del complemento, pero un notable cruce de González impidió su celebración.
El mismo delantero del Manchester United, lo intento en el 51, aunque su disparo salió desviado.
Mauricio Isla, visiblemente resentido, debió dejar su lugar a Gonzalo Jara, quien pasó a ocupar la banda derecha, dejando una alineación muy pocas veces vista en la era de Sampaoli.
Inglaterra
también realizó una serie de cambios, pero su ataque se fue diluyendo
en calidad, pero no en cantidad. Eso sí, las cargas pasaron a remates
de media distancia –incluyendo un peligroso tiro libre- y centros que en
general controló Claudio Bravo.
Sobre
el minuto 75 Chile comenzó a tener el balón –y lo manejó muy bien-,
mientras el casildense probó también con los ingresos de Carlos Muñoz y José Pedro Fuenzalida.
El juez dio cinco minutos de descuento y en ese momento apareció Alexis
para desatar la locura. El “Niño Maravilla” recibió una estupenda
habilitación de “Chapita” y encaró sólo al cuidapalos inglés. Su
definición fue con clase, al “picar” el balón y dejar el 2-0 final. Y
anotó dos tantos, tal como lo hizo el gigantesco Marcelo Salas hace 15
años.
Sampaoli y su plantel celebraron la victoria en cancha y ya piensan en Brasil, su poderoso rival del martes en Toronto.
De esta forma, el combinado nacional comienza la preparación para el mundial de Brasil de 2014, cita planetaria que con un equipo jugando de igual a igual ante potencias y cuadros historicos del futbol mundial, deja un exquisito sabor y por que no, ilusionarse con un titúlo mundial.
Por: Rodrigo Cáceres.