El partido fue de ida y vuelta en la primera mitad, donde ambos
elencos salieron con todo en la búsqueda de la victoria para obtener el
último trofeo que estaba en disputa en el primer semestre.
Fueron los "Dragones Celestes" quienes dieron el primer golpe y a los seis minutos, tras una gran jugada personal, el volante Rodrigo Díaz abrió el marcador.
Eduardo Berizzo, quien se despedía de la banca celeste no se
desesperó y le pidió a sus pupilos que mantuvieran la presión en campo
rival. El primer aviso llegó a los 33 minutos con un disparo de
Braulio
Leal que contuvo en dos oportunidades el disparo del volante.
Y a los 39' llegó la igualdad. Luis Pedro Figueroa encontró el balón en la entrada del área y con un disparo de derecha venció a Naranjo. El propio Figueroa pudo desnivelar el marcador tres minutos más tarde, pero no pudo ante el achique del portero.
Antes de que finalizara la primera mitad, Gonzalo Barriga se perdió
un gol de forma increíble, ya que entró sin marca, pero definió muy mal
ante el meta iquiqueño.
En el complemento el partido bajó en intensidad y los equipos no se generaron ocasiones claras para desnivelar el marcador.
El duelo se disputó en la mitad de la cancha y con poca claridad en
los pórticos y en los últimos minutos ambos elencos optaron por definir
al campeón de la Supercopa desde el punto penal.
En la tanda de los 12 pasos la imprecisión y nervios jugaron en contra en los jugadores de ambos equipos, ya que en O'Higgins fallaron Diego Chaves, Nicolás Vargas y Mariano Uglessich.
Mientras que en Iquique erraron, Mauricio Zenteno, Santiago
Romero, Rodrigo Díaz y Rodrigo Brito y gracias a los tantos de Yerson
Opazo, Osman Huerta y Luis Pedro Figueroa, los rancagüinos obtuvieron la
Supercopa.
Por: Rodrigo Cáceres.
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