lunes, 31 de octubre de 2011

Todo por culpa del señor Molinas.


La versión número 168 del súper clásico se efectuó en el estadio Monumental, en un clima, donde la familia trato de volver a ser protagonista, pero los estúpidos de siempre subidos arriba de las rejas llamaron la atención creyéndose la guinda de la torta.

Este tipo de partidos son especiales, por mucho que el cuadro albo este un poco de capa caída, enfrentarse al archirrival en la ruca de Macul, no deja de ser importante. Las acciones comenzaron a caer apenas comenzado el juego, a los 5 minutos el juez Puga, de discreto cometido para algunos, cobro un polémico penal a favor de los azules que Charles Aranguiz se encargo de cambiar por gol y silenciar a todo el público blanco.

En los primeros 13 minutos de juego, el árbitro pinto de amarillo a cuatro jugadores, al minuto 23 Díaz se atreve desde lejos pero por poco su tiro se va desviado, al minuto 29, Herrera tapa fenomenalmente un tiro libre de Medel.

Las polémicas y tarjetas seguirían, ahora sería una roja la que aparecería en la mano del juez, luego de una horrible entrada de Aranguiz sobre Medel.

Antes de finalizar la primera etapa O. González comete mano dentro del área, y segundos antes había cometido falta y con la ley de la ventaja el juez prosiguió la jugada, por ende dos amarillas es roja y los azules se quedan con 9 jugadores, el penal seria cambiado por gol por Paredes y todo el pueblo albo reviviría. Con el gol terminaría el primer tiempo.

Al minuto de la segunda parte, Fuenzalida pudo marcar la ventaja, entra solo pero no define bien, pero este no tardaría en llegar, al minuto 60, nuevamente Paredes. Tras córner desde la derecha y el delantero con certero testazo marca la ventaja colocolina.

Al minuto 73, Castillo se iría expulsado por supuestas insultos al árbitro del partido, las polémicas seguirían a la orden del día ahora una fuerte agresión de Acevedo sobre el portero Olivares, el patadión en la cara descalificador que merecía la expulsión inmediata, no fue sancionada.

Debido a connatos, lesiones de arqueros e imbéciles sobre la reja delimitadora retrasaron el partido, y el árbitro adiciono 12 minutos y justo en el último minuto un tiro sin relevancia es rechazado hacia atrás por Osmar Molinas que descoloca al portero Olivares el cual no puede evitar la caída de su pórtico.

Luego del gol, el árbitro, quien fue sindicado como el principal protagonista del partido, termina el partido y desata la algarabía de Sampaoli y sus pupilos en plena cancha del Monumental

Por: Rodrigo Cáceres.

Foto gentileza www.colocolo.cl

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