jueves, 28 de agosto de 2014

Esa vieja costumbre de ganar.


Esta Universidad de Chile gana hasta cuando no juega tan bien. En Santa Laura tenían una dura prueba ante Unión Española y los azules la sacaron adelante. Un ajustado triunfo por 1-0 que tuvo otra vez a Gustavo Canales como la gran figura.

El delantero apareció cuando el equipo de José Luis Sierra manejaba la pelota y se conformaba con el empate. A los universitarios se les acababa el tiempo y también las ideas. No encontraban el camino y sus mejores minutos habían pasado hace largo tiempo en Independencia.

Pero Canales, que no había tenido su mejor partido del torneo, sólo necesita una para desequilibar y la tuvo. Fue a los 78. La U recuperó la pelota y salió rápido en contragolpe. Lorenzetti aportó la asistencia de lujo y el goleador no falló: una volea inatajable para Diego Sánchez y a cobrar.

Un gol que vale tres puntos y que le pone tarea al resto. La U no para de ganar y con esa eficacia sigue superando etapas en busca del único objetivo: el título del Torneo de Apertura.

Pero antes de los abrazos, la celebración y los el pitazo final, la tarea no fue fácil. Es cierto que la U pudo llegar a la ventaja en la primera mitad pero ni Sebastián Ubilla -tiró dos veces al poste- ni Patricio Rubio estuvieron finos. Entonces el primer gol no llegaba y los azules que habían comenzado como una tromba en Santa Laura terminaban la primera etapa enredados en sus propios errores.

Tras el descanso los hispanos también comenzaron a inquietar. Apareció Cristián Chávez para manejar los hilos y de una lucida jugada personal suya pudo llegar la sorpresa, cuando Gonzalo Villagra impactó su disparo en el poste con el marcador aún en cero.

Pero en los duelos parejos la diferencia la marcan las individualidades. Unión no las tiene adelante y otra vez como ante Colo Colo dio muestras de su escaso poder de gol. La U tiene a Canales y hoy eso le bastó para llevarse tres puntos y seguir celebrando. Ahora viene el receso por la fecha FIFA y los estudiantiles se van con la tranquilidad de haber cumplido su parte.

Por: Rodrigo Cáceres.

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