Con polémica,
pero también siendo castigado por la poca ambición que mostró durante la
llave. Santiago Wanderers quedó eliminado de la Copa Sudamericana tras
caer 2-1 con dos dudosos penales ante Libertad, en el compromiso de
vuelta disputado en Asunción.
El cuadro dirigido por Emiliano
Astorga se despidió en la primera fase del torneo continental en un
compromiso que estuvo marcado por el polémico arbitraje del colombiano
Adrián Vélez.
Y es que el juez cafetero fue clave en el
resultado, al cobrar cuestionables penales, que resultaron demoledores
para las aspiraciones porteñas de seguir avanzando.
Pero la
eliminación de Wanderers también se debe al escaso fútbol que mostró en
la serie ante los guaraníes. El 0-0 obtenido en Valparaíso dejó todo
abierto para la revancha, disputada en el estadio Nicolás Leoz.
En
dicho recinto, Libertad sacó una tempranera ventaja, cuando Vélez vio
una falta inexistente de Nelson Saavedra sobre el movedizo Joel
Burgueño. Sergio Aquino cambió por gol el cobro a los 5 minutos.
Tras
la conquista del dueño de casa, el forastero con más pundonor que
fútbol se fue en busca del tanto de la paridad. Sabían que anotando una
diana de visita el escenario se revertiría.
Prueba de la poca
claridad del conjunto caturro fue la forma en la que llegó el empate:
Tiro libre servido por Paulo Rosales, la pelota se desvía en un zaguero
paraguayo y Ronnie Fernández sin pensarlo sacó un remate para colocar el
1-1.
Aquel resultado, clasificaba a los verdes a la segunda fase
por el gol de visita. Y esa situación pareció conformar a la visita,
mientras que Libertad comenzó a buscar incesantemente adelantarse en el
marcador.
Y en el complemento, el elenco guaraní consiguió
ponerse al frente en una película repetida a la del inico del pleito: Un
dudoso penal de Mario López sobre Burgueño fue motivo de cobro para el
juez.
El ex Colo Colo, Hernán Rodrigo López, puso el 2-1 desde
los doce pasos, resultado que a la postre fue definitivo, pese a los
intentos desesperados de Wanderers por buscar el tanto del empate.
Sobre
el final casi vino el milagro para los de Valparaíso, pero finalmente
los caturros terminaron pagando un polémico arbitraje y también su poca
propuesta ofensiva para decir adiós a la opción de haber enfrentado a
Universidad Católica en un hipotético cruce en la segunda fase del
torneo.
Por: Rodrigo Cáceres.
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