Universidad de Chile se aferraba a dar vuelta la llave ante River Plate de Uruguay. Y motivos para creer en en ello tenían, ya que en anteriores series logró revertir resultados adversos de la mano de Jorge Sampaoli.
Pero ampárandose en razones futbolísticas, el equipo de Sebastián Beccacece en lo que va de 2016 sólo ha sembrado dudas. Y esas dudas hoy terminaron por sentenciar su eliminación de la Copa Libertadores 2016 a manos de un modesto cuadro charrúa que vino por el negocio y se lo llevó tras igualar 0-0 en el Estadio Nacional.
El 2-0 en la ida le dio el boleto al elenco dirigido por Juan Ramón Carrasco, que debuta en el torneo, al Grupo 4 del certamen, donde enfrentará a Rosario Central, Palmeiras y Nacional de Uruguay.
Un pasaje a la zona de grupos que la U veía muy accesible. De hecho cuando se supo que el rival en la fase previa eran los uruguayos, los laicos celebraron. Pero finalmente, los estudiantiles terminaron llevándose un golpe muy duro.
Desde el primer minuto, la escuadra azul fue en busca del arco oriental. Sin embargo, el desorden no le dio claridad y sumado al impecable trabajo defensivo de la visita, jamás encontró la brújula para revertir el marcador adverso.
Y quizás lo que más complicó las cosas para la U fue el cambio obligado que tuvo que hacer Beccacece a los 27, para evitar que Sebastián Martínez recibiera la roja y dejara en inferioridad númerica al equipo.
Leonardo Valencia entró por el surgido en la cantera laica y los azules quedaron con un mediocampo completamente ofensivo y sin marca. Una apuesta arriesgada, ya que River podía encontrar espacios para hacer daño, pero por otro lado los universitarios necesitaban volumen ofensivo.
Ni lo uno ni lo otro sucedió. La U fue un fantasma en el resto del primer tiempo y todo el complemento. Sólo pudo acercarse al arco uruguayo a través de remates de media distancia, pero jamás llegó con nitidez al área contraria.
Por: Rodrigo Cáceres.
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